Me debes una respuesta

Si lees este artículo, estarás en deuda conmigo: te regalo una respuesta valiosa, a cambio de que tú también me respondas a mi. ¿Hay trato?

El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír. […]

- Gato Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí? 

- Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar - dijo el Gato. 

- No me importa mucho el sitio... – dijo Alicia. 

- Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes - dijo el Gato. 

Me encantan los cuentos y en especial Alicia en el País de las Maravillas. Este pasaje en concreto, me marcó mucho porque me hizo plantearme mil cosas, entre ellas la importancia de hacerse buenas preguntas.

Quizás fue por eso por lo que decidí estudiar periodismo, no por encontrar respuestas, si no por saber formular buenas preguntas.

¿Te cuento un secreto? No tienes ni idea de hacer preguntas.

En serio, créeme… seguramente piensas que sí, pero hazme caso, no sabes preguntar.

En el cole nos enseñar a saber responder (y además a todos de la misma manera para sacar un 10)… no nos enseñan a preguntar.

Cuando creces es una putada, porque para caminar por el mundo, hay que saber hacerse preguntas y escoger el camino adecuado… Todos somos Alicia, caminamos sin que nos importe a dónde ir, ya encontraremos a un gato Cheshire al que preguntar o mejor aún: caminaremos detrás de otro que sea el que vaya abriendo el camino.

Hola Alicia.

Aquí estás de nuevo leyéndome esperando encontrar respuestas, esperando que te dibuje un camino, esperando aprender a hacer algo que aún no sabes ni qué es…

Te voy a regalar una respuesta que es clave si vives de este hipócrita mundo que es internet y que te hará entenderlo todo, pero a cambio, tendrás que hacer algo por mi.

Sigue leyendo y al final del post te digo el qué.

¿Por qué te compran tus clientes?

No sé lo que vendes: producto, cursos, academias, servicios, mentoring, consultoría… no tengo ni idea, no me importa, pero hagas lo que hagas seguro que te has hecho esa pregunta alguna vez o al menos deberías tratar de responderla, ya que si lo entiendes, tendrás las claves para seguir vendiendo.

Ahora es cuando te sientes la persona más lista del mundo porque ya te la habías planteado. ¡Enhorabuena, crack!

Además, como vas un paso por delante de mí y del mundo, hasta tendrás la respuesta y esta se encuentra (como no) en los datos.

Tú que te dedicas a esto y eres una persona muy disciplinada, segmentas a tus clientes por criterios ordenados y compartidos como la edad, el sexo, el cargo, el tamaño de su empresa…. ¡qué máquina!

Tú que eres de los que no se conforman con eso y van más allá. Hace tiempo que eres diferente y sabes que los datos demográficos son los padres, así que como eres más avanzado que nadie, le añades psicográficos y etiquetas para ir haciendo y formando aquello a lo que llamamos “buyer persona”: “adicto a los viajes”, “Real-fooder”, “teki-lover”, “moderfucker….”

Todo controlado… con el enfoque equivocado, pero controlado, que no se diga que tu no sabes hacer las cosas…

Estos datos están bien cuando tienes que averiguar cómo dirigirte al público correcto, no te lo voy a discutir, pero no te explican “por qué te compran”.

En una conversación informal con David Carrasco, le he dicho algo que a lo mejor a ti también te sirve:

La gente no compra para ser quienes son.

La gente compra por ser “en quién quieren convertirse”

Vendas lo que vendas, hagas lo que hagas, eso no es lo que están comprando.

Lo que tus clientes comprarán y lo que todos compramos, es una mejor versión de nosotros mismos. Una puñetera aspiración.

Cuando te des cuenta de esto, enfocarás bien tu negocio, tu marca personal, tu curso, tu evento o lo que sea que hagas y serás aquello en lo que realmente quieren convertirse: una aspiración.

Hasta aquí mi regalo. Ahora toca aquello de “quid pro quo” o lo que es lo mismo, me debes una respuesta:

¿Qué te ha hecho suscribirte a este espacio? o dicho de otra forma,

¿en quién quieres convertirte?

Respóndeme a través de un comentario aquí abajo y estaremos en paz.